
Autoría: Dra. Andrea Robles Parada
TERESA ADAMETZ fue una destacada pedagoga alemana que llegó a Chile contratada por el Gobierno para participar de la reforma de la enseñanza primaria y normalista. Nació en 1846 en Silesia, Alemania. Se tituló de maestra en 1864, desempeñándose como profesora de lengua y literatura alemana, geografía e historia y lengua extranjera. Se trasladó a Austria donde fue nombrada subdirectora del Instituto Imperial Hernals para hijas de oficiales del ejército. En ese puesto se encontraba cuando José Abelardo Núñez, comisionado por el Gobierno chileno, la contrató para participar de la reorganización de las escuelas normales.
En 1884 llegó a Chile, e inmediatamente se hizo cargo la Escuela Normal de Preceptoras de Santiago la que hasta ese momento era dirigida por las Religiosas del Sagrado Corazón. Una vez que asumió el cargo inició una profunda reforma para modernizar la formación de las preceptoras. Actualizó, acompañada en la subdirección por Guillermina von Kalchberg –otra pedagoga alemana que viajó a Chile–, la formación de las futuras maestras incorporando los estudios de la metodología de la enseñanza, pedagogía y psicología. Además, creó la Escuela de Aplicación anexa a la Escuela Normal con el fin de que las normalistas hicieran sus prácticas pedagógicas. Este establecimiento quedó bajo la dirección de Isabel Bering, pedagoga alemana que también fue contratada por José Abelardo Núñez, y que más tarde dirigió la Escuela Normal de La Serena. Esta modernización fue completada en 1886 con la inauguración del nuevo edificio de la Escuela Normal de Preceptoras. Con la presencia de las altas autoridades del país, Teresa Adametz leyó un importante discurso en que expuso la reforma pedagógica que estaba realizando en el establecimiento y sus fundamentos. En él señala: “No es, pues, la cantidad de conocimientos lo que hace al buen maestro o maestra, sino el poder de trasmitirlos con acierto i con buen resultado a los demás. Por esto nuestras alumnas deben aprender tanto teórica como prácticamente la manera de cumplir con su tarea futura de enseñar”.
En 1889 participó en el Primer Congreso Pedagógico celebrado en Santiago. En las actas del Congreso se consigna su intervención en la discusión sobre implementar la educación primaria obligatoria, los mecanismos de estimular la asistencia a clases, la incorporación de trabajos manuales en las escuelas primarias y de clases de gimnasia.
Dejó la dirección de la Escuela Normal de Preceptoras en 1891, al terminar su contrato. Tras esto se integró a la Comisión de Instrucción Primaria. En este puesto ofició como evaluadora en 1893 del Concurso de silabarios y libros de lecturas con que la Comisión buscaba fomentar la educación popular y los métodos pedagógicos. En 1895 se desempeñó como visitadora Extraordinaria de Escuelas de Niñas de Santiago y Valparaíso, redactando varios informes sobre la falta de preceptoras y las malas condiciones de las salas y sus consecuencias en la salud de las maestras y alumnas.
En 1896 fue contratada para organizar y dirigir el recién creado Liceo de Niñas Nº 2 de Santiago. En este establecimiento también procuró modernizar los cursos que tradicionalmente se enseñaban a las estudiantes secundarias, incorporando asignaturas científicas como física, química, higiene, además de gimnasia. Dirigió esta institución durante el transcurso de diez años, desempeñándose además como profesora de historia y geografía y cosmografía.
En 1908 Teresa Adametz se retiró de la enseñanza y regresó a su patria por motivos de salud. Se radicó en Silesia, Alemania, donde vivió sus últimos años de vida.
Teresa Adametz falleció en 1917.
FRAGMENTO DE «Discurso leído por la Directora de la Escuela Normal de
Preceptoras de Santiago, señorita Teresa Adametz»
«Siendo el objeto de este establecimiento formar en el término de cuatro años maestras de niñas que se reciben, en su mayor parte, con escasa preparación, hemos comprendido que ante todo debían las nuevas alumnas disciplinarse, por medio de la comunicación con sus compañeras, que forman, según sus cursos anuales, pequeñas sociedades por el estilo de una familia, bajo la dirección de una de las profesoras que es su jefe, su madre.—Están de esta manera bajo todas las influencias benéficas de una vida de familia bien arreglada […].
Las escuelas normales de países en los cuales se trabaja ya desde hace tiempo en este terreno, tienen que ocuparse solamente en ensanchar y profundizar los conocimientos adquiridos durante ocho años de enseñanza en las escuelas que llamamos allí del pueblo, y en enseñar sobre esta base principalmente el tratamiento metodológico de ellos, es decir, la manera como se deben comunicar a los demás, en tanto que la Escuela Normal aquí, se ve forzada a principiar con los elementos de la enseñanza, lo que hace más larga y pesada la tarea tanto para las profesoras como para las alumnas. Estas últimas deben ser conducidas a cierto grado de cultura general, que las haga aptas para tomar parte en el trabajo intelectual de su propia patria y de la humanidad y que, en una palabra, forme de ellas personas cultas. Esto es tanto más necesario, cuanto que solamente el maestro culto en todo respecto puede trabajar de una manera verdaderamente benéfica para su país.»
PUBLICACIONES DE TERESA ADAMETZ
- Teresa Adametz. “Discurso leído por la Directora de la Escuela Normal de Preceptoras de Santiago, señorita Teresa Adametz”. Inauguración del nuevo local de la Escuela Normal de Preceptoras de Santiago, Santiago: Imprenta Nacional, 1886.
- Congreso Nacional Pedagógico. Resumen de las discusiones, actas y memorias presentados al Primer Congreso Pedagógico celebrado en Santiago de Chile en septiembre de 1889. Santiago: Imprenta Nacional, 1890.
- Teresa Adametz. “Informe sobre las escuelas de niñas de Santiago presentado al señor Inspector Jeneral de Instrucción Primaria, por la Visitadora Estraordinaria de las mismas doña Teresa Adametz; Santiago, en febrero de 1896”. Revista de Instrucción Primaria, año 11, no. 3, 1896.
- Prospecto del Liceo de Niñas Nº 2 de Santiago. Redactado en conformidad a los acuerdos de la Junta de Vigilancia. Santiago: Imprenta, Litografía y Encuadernación Barcelona, 1900.