Autoría: Dra. Andrea Robles Parada

ANTONIA TARRGÓ GONZÁLEZ fue una directora de liceo y sagaz ensayista. Nació en 1832 en la ciudad de Santiago y sus padres fueron Carlos Tarragó y Carmen González. Ante la temprana muerte de su padre, su madre procuró darle la mejor educación, instancias donde adquirió los conocimientos para más tarde ejercer el profesorado, labor a la que dedicó toda su vida.

En 1860 fundó junto a su hermana Ignacia Tarragó una escuela privada de instrucción primaria en Santiago. En este establecimiento recibieron sus primeras lecciones niños y niñas de familias importantes de la ciudad. Enfocada en ampliar las oportunidades educativas de las mujeres en 1864 fundó el Liceo Santa Teresa. Este establecimiento implementó un plan de estudio para la enseñanza de las jóvenes semejante al de los establecimientos secundarios de hombres, enfocándose en la enseñanza intelectual, moral y física. El establecimiento obtuvo rápidamente prestigio recibiendo un importante número de estudiantes.

Su preocupación por ampliar las posibilidades educativas de las mujeres la llevó en 1872 a solicitar al Consejo Universitario que validara los exámenes de sus estudiantes, requisito necesario para ingresar a la Universidad. La carta en que presentó la solicitud incluía una reflexionada argumentación en la que destacaba la existencia de una tradición histórica de mujeres en el desarrollo del pensamiento occidental y enfatizaba que si otras sociedades progresaban al integrarlas no había razón para que eso no sucediera en Chile.

Aunque insistió en varias oportunidades para que se aprobaran las comisiones examinadoras para que sus estudiantes rindieran exámenes válidos, el Consejo Universitario remitió esta autorización a Abdón Cifuentes, ministro de Instrucción Pública de la época, el que nunca respondió. A pesar de no obtener la aprobación no desistió en continuar inspirando en sus alumnas el gusto por los estudios.

En 1876 cuando nuevamente se levantó la solicitud de validación de exámenes, ahora por la directora Isabel Le Brun de Pinochet, apoyó y defendió la conveniencia de las mujeres de ingresar a la Universidad. La aprobación se obtuvo en 1877 con el Decreto Amunategui, apellido del ministro de Instrucción de la época, y que nuevas lecturas han propuesto llamar “Decreto Tarragó-Le Brun”.

Tras la aprobación de este decreto se suscitó un acalorado debate en la prensa, en que esta directora participó desde las columnas del periódico La Mujer (1877). En este periódico publicó por entregas dos ensayos en que apoyó y promovió la igualdad de acceso de las mujeres a la educación superior: “Ilustración superior de la mujer” y “Rehabilitación de la mujer”.

Mientras que, en 1894, para la celebración del trigésimo aniversario del Liceo Santa Teresa, su directora escribió y publicó una breve memoria del establecimiento. En 1900 durante la celebración de un nuevo aniversario del Liceo su directora leyó un discurso que más tarde fue publicado en el periódico pedagógico El Educador con el título “Educación de la mujer bajo el punto de vista moral y religioso”.

Antonia Tarragó dirigió el Liceo Santa Teresa por cerca de 50 años, de sus aulas egresaron profesionales como la abogada Matilde Brandau, y muchas otras que se matricularon en el Instituto Pedagógico como Isaura Dinator de Guzmán. Debió cerrar el Liceo en 1911 por su avanzada edad y porque el Gobierno dejó de entregarle subvención al establecimiento. En 1915 la Municipalidad de Santiago le entregó un reconocimiento por su labor. Sus últimos años los vivió en la pobreza y ayudada por una pensión que sus exalumnas le entregaban.

Antonia Tarragó falleció en 1916.

FRAGMENTO DE «Ilustración superior de la mujer»

«Bastaría la observación de la naturaleza intelectual de la mujer y del hombre para concluir, que era un extravío, una preocupación, un error, excluir al sexo femenino de tomar parte en las conquistas del mundo de las ciencias.
En vano se invocará la razón que limita los estudios científicos y literarios de la mujer en la naturaleza de sus facultades y aspiraciones, porque ellas son un solemne desmentido.
Este mal y sus consecuencias traen origen de la mezquindad o egoísmo de las miras que se han tenido en vista para encadenar el vuelo de la inteligencia de la mujer.
Se creyó que así se la mantendría más grande, más digna y más útil; pero todo esto es el resultado de una extraña alucinación. Tanto en la esfera intelectual del orden masculino como del femenino, hay sus jerarquías.
¿Condenamos al hombre que aspira a llegar a la cumbre del mundo intelectual? — No.
¿Por qué entonces condenaríamos a la mujer en su legítima aspiración a subir por los grados de la jerarquía intelectual a que pretende llegar por el esfuerzo de la contracción y trabajo, a ser una entidad prominente en los esplendores de la ciencia?
¿Habrá razón para negar la jerarquía intelectual a la mujer, como no la hay para negar la jerarquía intelectual al hombre?»

PUBLICACIONES DE ANTONIA TARRAGÓ

  • Antonia Tarragó. Carta al Rector de la Universidad de Chile, don Ignacio Domeyko, 1872. Archivo Nacional de Chile, Fondo Ministerio de Educación, vol. 206, f. 99.
  • Antonia Tarragó. “Ilustración superior de la mujer”. La Mujer, no. 1, 19 de mayo de 1877; no. 3, 2 de junio de 1877; no. 6, 23 de junio de 1877; no. 8, 7 de julio de 1877; no. 12, 4 de agosto de 1877.
  • Antonia Tarragó. “Rehabilitación de la mujer”. La Mujer, no. 21, 15 de octubre de 1877; no. 22, 23 de octubre de 1877.
  • Memoria leída por la directora del Liceo Santa Teresa en el acto literario-musical en conmemoración del XXX aniversario de la fundación de este establecimiento, el año 1864. Santiago: Imprenta Mejía, 1894.
  • Antonia Tarragó. “Educación de la mujer bajo el punto de vista moral y religioso”, El Educador, año 10, no. 6, 15 noviembre 1900.
  • Antonia Tarragó. “Educación de la mujer”. Liceo Santa Teresa: fundado el año 1863 a 1905, Santiago: Imprenta Gutenberg, 1905.

ESTUDIOS CRÍTICOS

  • Graciela Rubio, Claudia Montero y Andrea Robles. “La igualdad, lo político y la educación. Ensayos de género de maestras del siglo XIX en Chile”. Estudios Filológicos, no. 71, 2023, pp. 77-97.

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