Las maestras utilizaron la PRENSA DE EDUCACIÓN como espacio para pensar el ejercicio de la profesión docente y producir conocimiento pedagógico. La prensa de educación se define como tal por el tema al que se orienta, esto es que se especializa en el sistema educativo en sus diversas facetas: institucionales, pedagógicas y prácticas docentes.
Aunque se utiliza el término “prensa pedagógica” para definir en un sentido amplio a este tipo de producciones, hemos adoptado la categoría “prensa de educación” para definir en un sentido específico la participación que tuvo esta prensa institucional y pedagógica en la construcción del Estado docente chileno y en la articulación de sus diferentes agentes, entre ellos a las maestras.
La prensa de educación que hemos revisado reúne un amplio espectro de publicaciones, las que pueden caracterizarse según el principal interés que declararon y quienes fueron sus editores y sus lectores. La primera en aparecer fue la prensa de educación de tipo institucional-estatal que tuvo como objetivo proporcionar información administrativa y técnica sobre el estado del sistema educativo a los agentes de la educación.
De este tipo de publicaciones se destacan la Revista de Instrucción Primaria (1886-1920) y su continuación la Revista de Educación Primaria (1921-1929), ambas creadas por el Estado. Aunque las producciones escriturales de las docentes tardaron en aparecer en este tipo de publicaciones en comparación con las de sus pares varones, las maestras como Guillermina von Kalchberg de Froemel, Esther C. de Almarza y Celia Robles se abrieron paso para presentar sus visiones del estado de la educación y proponer cambios.
No tardó en aparecer a mediados del siglo XIX la prensa pedagógica, aquella interesada en comunicar conocimientos de orden formativo que fue producida por sociedades de maestros y de intelectuales y por las escuelas normales. Estas publicaciones tuvieron como interés el perfeccionamiento docente y con ello contribuir al mejoramiento de la educación.
En las publicaciones sostenidas por sociedades de maestros se procuró también crear redes de comunicación e intercambio local que fue avivando una unidad magisterial. Pertenecen a este tipo de prensa las revistas El Educador (1890-1905) de la Sociedad Amigos de la Educación –sociedad creada con el único propósito de publicar la revista– donde encontramos las publicaciones de las maestras Enriqueta Courbis y Emilia Acevedo; La Revista del Preceptorado de Atacama (1893-1900) publicada por la Sociedad Unión de Profesores de Instrucción Primaria de Atacama, donde hallamos entre sus redactores a la maestra Eloísa Landa y colaboradoras como las preceptoras Mercedes Hinojosa, Ercilia Varas y la ayudante de escuela Domitila Hinojosa; El Progreso (1896-1897) de la Sociedad de Maestros de Valparaíso donde se destacan como redactoras las maestras Dorila Zúñiga, Guillermina Alfaro, Ana Josefa Ampuero y Clotilde Francini; La Enseñanza (1902-1903) de la Sociedad de Maestros de Concepción.
Hay dos tipos de prensa que por su temática y complejidad inauguran una especificidad dentro del ámbito de las publicaciones educativas. Estas son la prensa docente de tipo gremial-sindical y la prensa escolar.
La primera son publicaciones de organizaciones docentes que transitaron desde un carácter mutualista a demandas salariales y profesionales y desde la difusión de ideas pedagógicas a la creación de movimientos que buscaron intervenir en políticas educativas. La segunda es un enorme corpus de publicaciones vinculados a los y las estudiantes de escuelas y liceos que incursionaron en la creación de impresos.
REFERENCIAS
- José María Hernández. “Prensa pedagógica y patrimonio histórico-educativo en España: Conceptualización y géneros textuales”, Prensa pedagógica y patrimonio histórico educativo: Contribuciones desde la Europa mediterránea e Iberoamérica, editado por José María Hernández. Ediciones Universidad de Salamanca, 2013, pp. 15-32.
- Rosa Ortiz de Santos y Álvaro Nieto. “La prensa pedagógica como fuente y como objeto de estudio en España (1936-1975): Una revisión sistemática”. El Futuro del Pasado, no. 14, pp. 487-511.