Las maestras contribuyeron en la producción de libros sobre educación y textos de estudio, participando del campo educativo y cultural. El libro se constituyó en una importante herramienta pedagógica e intelectual en la expansión del sistema educativo desde el siglo XIX. Aunque su masificación dependió de la consolidación de una industria editorial, de las políticas estatales para proveer textos de estudios y de la realidad educativa y el dinamismo con que se debatieron ideas y perspectivas pedagógicas. En este proceso las maestras también hicieron su aporte publicando libros sobre educación, traduciendo textos pedagógicos y elaborando textos de estudios.
La industria editorial –como plantea Bernardo Subercaseaux– comenzó a cimentar sus bases en Chile entre 1840 y 1880 con el aumento de imprentas y la producción de escritos, circulación y comercio con la proliferación de librerías, y el consumo y lectura con el creciente interés por la novela, traducciones, ensayos y obras científicas. Asimismo, el propósito de la expansión del sistema educativo fue la escolarización de la población primaria siendo la alfabetización uno de sus metas, así como conocimientos científicos. De ahí que esta expansión requirió la publicación de textos de lectura y de estudio y la preparación de textos que fomentaran métodos pedagógicos entre los maestros y maestras. De este modo, se fue constituyendo un mercado cultural para los escritos de y sobre educación.
Algunas maestras participaron escribiendo libros en que reflexionaron sobre la educación de las mujeres, ámbito donde se desempeñaron como educadoras y directoras y por el que sentían un particular compromiso. Así, por ejemplo, Eduvigis Casanova, directora de la Escuela Superior de Valparaíso, publicó en 1871 el libro Educación de la mujer. Texto que fue aprobado como texto de lectura por el Gobierno, lo que le permitió recibir una subvención para su publicación y distribución. En 1922, la maestra Amalia Espina de Álvarez publicó el libro Enseñanza secundaria de la mujer, donde propone un plan y un programa para reformar la educación secundaria del país para igualar la formación educativa de hombres y mujeres. Mientras que, en 1923, Sara Guérin de Elgueta publica Los liceos de niñas y en 1926 Teresa A. Lagunas Ponce publicó Importancia de la educación femenina ante los problemas sociales, texto que corresponde a su memoria para titularse de profesora normalista.
Las maestras estuvieron particularmente interesadas en reflexionar sobre el conocimiento y la práctica pedagógica, surgiendo de este interés numerosas publicaciones. Así encontramos el texto La asistencia escolar (1905) de Amalia Armstrong v. de Torres, preceptora de la Escuela Mixta Nº 15 de San Bernardo. En 1911, Margarita Escobedo publicó el Empleo pedagógico de los libros, en 1919 es publicado Algo sobre educación de la profesora del Liceo de Coronel Mercedes Barrera de Raby. En 1928 la profesora Sara Perrin publicó Cartas Pedagógicas y en 1934 el texto Charlas educacionales que reúne las lecciones que dicto en el curso para preparar directores de escuelas elementales. En 1941 la profesora Irma Salas publicó Algunos aspectos de la educación en los Estados Unidos que es la recopilación de sus notas como delegada de la Universidad de Chile al VIII Congreso Científico Americano de Washington y en 1943 el estudio La investigación pedagógica en Chile, trabajo que presentó en ese mismo Congreso.
Los textos de estudio también fueron otro tipo de publicación que las maestras elaboraron. La misma Eduvigis Casanova publicó en 1876 con la aprobación de la Universidad de Chile el texto Elementos de economía doméstica e higiene casera, el que fue adoptado como texto de lectura en las escuelas del país. Otra maestra que se destacó en la elaboración de textos de estudios fue Mercedes Cervelló. Ella publicó en 1860 el texto Compendio de ortolojía y métrica: compuesto con arreglo a los métodos de los señores Bello y Salvá y en 1881 el texto de enseñanza científica Elementos de física y metereolojia al alcance de los niños: obra estractada de Ganot i otros autores.
PUBLICACIONES DE MAESTRAS
- Amalia Armstrong v. de Torres. La asistencia social. Imprenta Cervantes, 1905.
- Amaia E. de Álvarez. Enseñanza secundaria de la mujer: Régimen de los liceos de niñas. Imprenta Bellavista, 1922.
- Irma Salas. La investigación pedagógica en Chile. Prensas de la Universidad de Chile, 1943.
- Irma Salas. Algunos aspectos de la educación en los Estados Unidos de Norteamérica. Prensas de la Universidad de Chile, 1941.
- Mercedes Barrera de Raby. Algo sobre educación. Sociedad Imprenta i Litografía Universo, 1919.
- Sara Perrin. Cartas pedagógicas. Imprenta El Globo, 1928.
- Sara Perrin Ladrón de Guevara. Charlas educacionales. Recopilación de las charlas dictadas en el curso para directores de Primera Clase de la Zona Norte. 1934.
- Teresa A. Lagunas de Ponce. Importancia de la educación femenina ante los problemas sociales. Memoria para optar al título de normalista. Imprenta Lagunas, 1926.
REFERENCIAS
- Bernardo Subercaseaux. Historia del Libro en Chile (Alma y Cuerpo). Editorial Andrés Bello, 1993.
- María Loreto Egaña. La educación primaria popular en el siglo XIX en Chile: Una práctica de política estatal. Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museo, 2000.
- Nicole Araya. Escolarizados y virtuosos. Niñas y niños representados en los silabarios y textos de lectura. Chile, 1840-1900. Ediciones Museo de la Educación Gabriela Mistral, 2019.